Cetosis: Causante de efecto rebote
Durante la realización de mi tesis para graduarme del Master de Nutrición y Dietética humana de la Universidad Autónoma de Barcelona, titulada “Perdida de peso y mantenimiento a largo plazo”, analice una gran cantidad de artículos médicos/científicos con el fin de identificar las dietas más famosas del mundo con sus ventajas y desventajas. En numerosas ocasiones he tocado estos temas, ya habiendo analizando otro tipos de dietas, yo dejo a libre decisión, esto no es una dictadura así que TÚ decides cual llevar yo te doy mi humilde opinión como facultativo de la medicina y nutrición, ve por tu taza de café que este día sabrás decirle a tus amigos que su “dieta” Atkins, Ketopia, entre otras no importa el nombre, todas son iguales, los llevaran a su fracaso.
Utilizare la dieta Atkins como ejemplo ya que ha sido la dieta más famosa sin embargo, este tipo de dietas se llevan acabo desde 1921, entonces cuando leas “Un nuevo método” te aseguro que la persona que lo anuncia toma como neófitos a la sociedad, menos mal hoy aprenderemos juntos.
La dieta Atkins se atribuye al cardiólogo estadounidense Robert C. Atkins. Este médico publicó en 1970 un libro titulado 'La revolución dietética del Dr. Atkins' en el que describía la pérdida de peso a través de una dieta caracterizada por el consumo de alimentos de bajo contenido de glúcidos (Hidratos de Carbono). Esta dieta es una más de las que se denominan dietas cetogénicas, es decir, dietas que entre otros cambios metabólicos promueven la liberación de cuerpos cetónicos. La presencia prolongada de cuerpos cetónicos en la sangre ocasiona cetosis.
Una dieta Atkins típica se caracteriza por un desequilibrio en el aporte de nutrientes, según las Ingestas Diarias Recomendadas (IDR) para la población adulta. Así, por ejemplo, la grasa puede suponer el 29-44% de la energía diaria o los glúcidos suponen el 5-19% de la energía, cuando los valores recomendados son el 30% y el 55-60%, respectivamente.
El efecto metabólico más notable a consecuencia es la cetosis, estos niveles plasmáticos no sólo se incrementan, sino que incluso permanecen más altos cuando se abandona la dieta.
En cuanto a la reducción del peso corporal, ésta se debe a la pérdida de agua en sus primeras fases y a la pérdida parcial de grasa corporal cuando se prolonga la dieta. Cuando se siguen las dietas bajas en glúcidos durante períodos de tiempo reducidos, no más de 3 meses, la pérdida de grasa varía entre el 4,5% en sujetos normales y el 20% en sujetos obesos. Esta es una de las razones por las que se han propuesto las dietas bajas en glúcidos para el tratamiento de la obesidad.
Las dietas cetogénicas también son dietas disociadas, muy rápidas por la eliminación de los carbohidratos. Pero nuevamente nos encontramos con unas dietas desequilibradas.
Al eliminar la fibra las personas con estreñimiento o con transito intestinal lento, serán personas afectadas al realizar este régimen y en cambio las personas con un transito intestinal regular se pueden ver afectadas. Este tipo de dieta disociada suele producir mucha ansiedad, por lo que los cuadros de ataques repentinos a la nevera suelen ser frecuentes.
Además que la restricción de un sin fin de alimentos que propone este plan, uno de ellos son las frutas, verduras y legumbres, imagínate la inmensa deficiencia de vitaminas y minerales.
Un problema es que si se te ocurre mezclar carbohidratos con proteínas mientras haces la dieta, el aumento de peso de 1 a 2 kilos por el efecto rebote es casi inmediato.
El consumo de grasas en esta dieta puede producir problemas de colesterol, el consumo excesivo de proteínas problemas en el hígado y de riñón, nos encontramos con una dieta que produce fatiga por la ausencia de carbohidratos. Su última fase, donde se recomienda seguir disociando alimentos durante el resto de la vida, está muy lejos de ser una dieta equilibrada y sana
Si lo que buscas es adelgazar, las dietas cetogénicas no son opción más valiosa y aconsejable, sino que siempre logrará mayor eficacia a largo plazo una dieta sostenible en el tiempo, adecuada a cada persona y en la cual no falten nutrientes importantes como si sucede en las dietas cetogénicas.
