¿Qué hay de la vitamina D?
La alimentación va mucho más de lo que podemos ver a la simple vista, todos sabemos en este punto que comer un gran pedazo de vaca, es una fuente amplia de proteína ligeramente con grasa, depende del corte que ingiramos. Si comemos unos tacos fuera de la facultad de medicina a los cuales le apodaban “Don Salmo” por Salmonella que valientes y resistentes fuimos, sabemos que es una mezcla de carbohidratos, proteínas y grasas, pero sin estar balanceadas, y grasas de una fuente no tan recomendable. Pero la alimentación va más allá, y hay un sin fin de procesos que son regulados por los micronutrientes contenidos en distintos alimentos, demos un vistazo rápido hoy a la vitamina D. EatWell&LiveLong.
En previas ocasiones hemos ya hablado de los micro y macronutrientes, pero no de una sola vitamina, como estamos comenzando el verano y a muchas personas les agrada tomar el solo como iguanas sin importar en cáncer de piel, pues los niveles de vitamina D serán un poco mejores, en aquellos que le huimos al sol.
El cuerpo produce la vitamina d cuando la piel se expone directamente al sol. La mayoría de las personas logran cubrir sus necesidades solo mediante esta manera.
Para ser honestos muy pocos alimentos contienen esta vitamina de manera natural, he ahí donde muchos vienen enriquecidos con vitamina d.
Los pescados grasos, (atún, salmón, caballa) están entre las mejores fuentes de vitamina d.
Al igual que el hígado de res, el queso y los huevos aportan una parte de vitamina d.
La leche de vaca se fortifica con vitamina D.
Y existen distintos suplementos de vitamina D exógena.
¿Y de que nos sirve? Esta vitamina esta implicada en varios procesos endocrinológicos y metabólicos, mantiene la homeostasia intracelular.
Tal vez el proceso más importante, o mejor aún la etapa más importante es en la infancia donde esta vitamina tiene acción directa sobre la formación de nuestros huesos.
La hipervitaminosis D es una intoxicación progresiva que varía según la susceptibilidad de los individuos y puede aparecer si se sobrepasan las dosis máximas diarias recomendadas.
De 10 a 15 minutos de exposición al sol tres veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina.